Pa' flamenco mi pueblo
Una iniciativa que transforma Fuente de Piedra en un museo al aire libre lleno de color y creatividad. Por todo el municipio se han colocado figuras de flamencos que representan situaciones cotidianas, personajes emblemáticos y eventos destacados, ofreciendo a vecinos y visitantes una experiencia visual, emocional y cultural única.
El proyecto nace de la voluntad de poner en valor el patrimonio natural, cultural y artístico del pueblo, conectando la Reserva Natural de la Laguna de Fuente de Piedra con el casco urbano a través de un hilo conductor que invita a descubrir el pueblo desde distintas perspectivas. Cada flamenco refleja la identidad, la historia y los valores de la localidad, convirtiéndose en un símbolo de orgullo y pertenencia.

¡Bienvenido a nuestro pueblo!

Cada figura cuenta un relato único: desde los abuelos que transmiten sabiduría, hasta el deportista que inspira coraje y esfuerzo, pasando por los enamorados que celebran el amor eterno. Sumérgete en esta ruta y déjate guiar por los detalles, las tradiciones y los momentos que estos flamencos inmortalizan, conectando pasado y presente en cada rincón de Fuente de Piedra.
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Los abuelos
Son los guardianes del tiempo, los que mantienen viva la esencia del pueblo con solo una mirada.
Esta escultura no es solo un homenaje: es un agradecimiento eterno a quienes sembraron historias, valores y tradiciones. En su banco de siempre, los flamencos abuelos nos enseñan que el pasado sigue presente, y que sin ellos, Fuente de Piedra no sería lo que es hoy.
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El motorista
Hay emociones que no se explican, solo se viven. Como las carreras de cintas en moto durante la feria, donde la adrenalina se mezcla con la alegría popular.
Esta estatua inmortaliza ese instante único en el que el pueblo vibra con fuerza. Dos flamencos, dos motos, muchas cintas… y el eco de una tradición que no pierde ni una pizca de gasolina.
Aquí, el rugido no viene solo de los motores, sino del alma de Fuente de Piedra.
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El deportista
No es solo un homenaje al movimiento, sino a la lucha interior. Situado en el parque Pablo Ráez, el cual homenajea al joven malagueño que inspiró a miles con su lucha y su mensaje de solidaridad. Este flamenco representa a todos los que se levantan cada día con ganas de superarse.
Con cada paso, nos recuerda que el cuerpo puede ser fuerte, pero el alma es invencible. Esta figura inspira a jóvenes y mayores a vivir con pasión, con coraje y con una sonrisa por delante.
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Los enamorados
Dos flamencos entrelazados, un solo corazón latiendo por Fuente de Piedra.
Esta estatua no habla solo del amor romántico, sino del cariño profundo por un pueblo que acoge, respeta y celebra el amor. Aquí se ama sin etiquetas, se quiere con libertad, y se construyen lazos tan fuertes como las raíces de nuestras familias.
Un homenaje al amor verdadero, el que hace hogar allá donde se posa.
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El explorador
Este flamenco no busca fuera lo que ya tiene dentro. Con sus prismáticos apunta al corazón del pueblo, como quien dice: “sé quién soy y de dónde vengo”.
Es símbolo de esa gente curiosa, inquieta, que ama descubrir... pero que siempre vuelve a casa.
Porque en Fuente de Piedra, cada calle es una aventura, y cada rincón guarda una historia esperando a ser contada.
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El cocinero
Entre porra, sangría y risas, este flamenco cocina más que comida: cocina momentos que saben a tradición y alegría.
Esta escena se cocina en las calles llenas de vida donde se celebra a la Virgen de las Virtudes. Aquí, cada receta lleva el sabor de la tierra y cada brindis es un homenaje compartido.
La devoción se sirve en plato hondo cada 8 de septiembre.
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Fuente de Piedra
En el centro del pueblo, estas letras no solo escriben un nombre, lo elevan.
Fuente de Piedra no es una simple ubicación: es historia, es sanación, es comunidad. Esta escultura nos recuerda que aquí todo empezó con agua milagrosa y gente valiente.
Es el latido de un pueblo que se reinventa, pero que nunca olvida quién es. Aquí, cada foto frente a las letras es un acto de amor por lo nuestro.
Lugares imprescindibles
Descubre la esencia de Fuente de Piedra visitando sus edificios más emblemáticos:
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Parroquia de Nuestra Señora de las Virtudes
La Iglesia de Nuestra Señora de las Virtudes ha sido a lo largo de los siglos no solo un centro de culto, sino también un lugar de encuentro y resolución de problemas para la comunidad.
En ella se encuentra la Patrona del pueblo, la cuál se ubica en el altar mayor de la iglesia y da nombre al templo.
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Palacio del Conde del Castillo del Tajo
Monumento que data del siglo dieciocho de estilo neoclásico. Los ascendientes de los Condes del Castillo del Tajo tuvieron el patronato de la Iglesia y convento de los Padres Trinitarios de Antequera, construyendo su casa palacio para la temporada de verano en Fuente de Piedra.
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Silo
El silo , emblemático edificio que ha sido transformado en un atractivo cultural gracias a una reciente restauración y una obra artística del pintor Manuel Moreno Guirao.
Este edificio renovado no solo embellece el entorno urbano, sino que se ha convertido en un símbolo del patrimonio local, conectando a la comunidad con su historia agraria.
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Banco Gigante
El “Banco Gigante” de Fuente de Piedra es una de las paradas más originales de la famosa Ruta de los Bancos Gigantes, una iniciativa que ha transformado varios puntos de la provincia en destinos turísticos curiosos y fotogénicos.
Este banco, cuya inmensidad invita a sentirse como un niño de nuevo, ofrece una perspectiva única del paisaje que lo rodea, fusionando la diversión y la creatividad con la belleza natural del entorno.
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Ayuntamiento
Fuente de Piedra es un pintoresco municipio situado en la provincia de Málaga, en el corazón de la comunidad autónoma de Andalucía. Es una pequeña localidad conocida por su belleza natural y su rico patrimonio histórico. Uno de los mayores atractivos de Fuente de Piedra es su Laguna, un humedal de agua salada que constituye uno de los ecosistemas más importantes del país.
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La Fuente
La Fuente de Piedra es el símbolo más destacado del pueblo. Situada en la Plaza de la Constitución, esta fuente no solo ha dado identidad al municipio, sino que también es parte fundamental de su historia.
Desde tiempos antiguos, las aguas de la fuente fueron consideradas por sus habitantes como curativas, lo que atrajo a visitantes de diversas regiones que acudían en busca de sus beneficios.
